Ha llegado el momento de decir adiĆ³s. Ya no te amo.
Teniendo en cuenta que estĆ”s muerto, probablemente no te importe, seguramente tampoco te importarĆa si aĆŗn vivieras. Sin embargo, para mĆ ha sido un poco de shock, sobre todo despuĆ©s de tantos aƱos de admirarte. En cualquier caso, como tĆŗ has tenido tu raciĆ³n de odio y adoraciĆ³n por parte de las mujeres y has sido venerado por multitud de fotĆ³grafos a lo largo de gran parte de tu carrera, supongo que ya has tenido suficientes emociones de los demĆ”s. No importa, el caso es que la chispa ha desaparecido y ahora me doy cuenta de que lo que antes parecĆa un entendimiento no era mĆ”s que una emociĆ³n unilateral, asĆ que no te resistas, debo liberarte a ti y a mĆ misma. QuizĆ te interese saber por saber quĆ© me hizo cambiar de opiniĆ³n, intentarĆ© explicĆ”rtelo.
Me di cuenta que mi amor por tĆ se habĆa acabado de forma bastante inesperada. Fui a pasar las fiestas de fin de aƱo en la ciudad natal de mi padre, A CoruƱa, una ciudad del noroeste de EspaƱa donde Inditex tiene su sede y donde Marta Ortega (hija de Amancio Ortega y actual presidenta de Inditex) ha creado la FundaciĆ³n MOP, un centro de exposiciones que actualmente alberga una retrospectiva de tu obra. Helmut, Ā”tendrĆas que haber visto el lugar! Es un espacio enorme, diseƱado para mostrar la fotografĆa en todo su esplendor. TambiĆ©n hay una antigua hormigonera reconvertida en cafeterĆa y galerĆa, cuyos silos completan la exposiciĆ³n con algunas de tus polaroids mĆ”s memorables.
Pero volviendo a mi desamor, ya deberĆa haber sospechado que algo iba mal ese dĆa, cuando la maƱana empezĆ³ lluviosa y gris, no es que yo crea en presagios, pero Ć©ste estaba bastante claro. El espacio estĆ” situado en el puerto de la ciudad, tiene una piscina estanque bajo una construcciĆ³n que se asemeja a un templo moderno, con dos paredes separadas por una escalera. La piscina deberĆa haber brillado para crear la impresiĆ³n de un suelo reluciente bajo las paredes blancas, pero con la luz gris daba un aspecto desvaĆdo, triste, incluso un poco rancio. Nada mĆ”s entrar, el espacio estĆ” a oscuras, y hay una enorme sala en cuyas cuatro paredes se proyectan diferentes ejemplos de tu trabajo junto con entrevistas a comisarios, modelos y musas. Las entrevistas ofrecen algunos temas e informaciĆ³n interesante y aƱaden intimidad a lo que vamos a ver: se habla de algunos de los momentos cruciales de tu carrera y vida, de la fructĆfera colaboraciĆ³n con June, tu mujer, y de lo mucho que explotĆ³ tu obra cuando dejaste Sydney y viniste a ParĆs. Luego pasamos a una sala en la que un montĆ³n de recortes de tu trabajo componen un collage, y algunos recuerdos expuestos, incluidas unas cuantas barbies que no entendĆ muy bien pero sobre las que, para ser sincera, no he investigado, aunque supongo que tienen sentido dentro de tu obra, porque ahora que lo pienso, las mujeres de tus fotos son un poco como ellas... En fin, despuĆ©s de eso pasĆ© a una serie de galerĆas oscuras donde se muestran algunas de tus fotografĆas mĆ”s conocidas de una forma realmente preciosa, muchas iluminadas por detrĆ”s, como tus famosĆsimos desnudos, que se exponĆan en un formato de al menos 2,5 metros de altura.
No me malinterpretes, tu trabajo me sigue siendo espectacular a muchos niveles, es sexy y poderoso, pero Āæsabes? El tiempo ha pasado... Ese dĆa yo esperaba disfrutar completamente de la exposiciĆ³n, y aunque me encantĆ³ el trabajo de los comisarios y cĆ³mo se habĆa realizado el montaje de la muestra, la oscuridad de las salas para impulsar la atmĆ³sfera... en lo que respecta a tus fotos siento decir que no sentĆ nada [remotamente parecido a lo que solĆa sentir]. Lo cual ya es mucho, porque me habĆa encantado tu trabajo desde que estudiaba moda. Lo sĆ©, lo sĆ©, todo tiene un tiempo y un lugar y las cosas hechas en el pasado no pueden juzgarse Ćŗnicamente con los ojos de hoy. Pero despuĆ©s de tantos aƱos admirĆ”ndote, me sorprendiĆ³ comprobar lo poco que quedaba entre nosotros. La primera vez que vi tus fotografĆas, hace mĆ”s de 20 aƱos, me parecieron sexys, empoderantes, decididas, divertidas y profundamente poderosas. Me encantaba que pusieras a la mujer en posiciones en las que simplemente no se la habĆa visto antes, en las que la mayor parte de la sociedad ni siquiera la habĆa imaginado, me encantaba tu sentido del humor y tu ironĆa. Ahora me duele decir que vi algo mĆ”s que no habĆa notado antes: Mirada Masculina. No habĆa nada tan remotamente potente como yo lo recordaba desde el punto de vista de una mujeres, mĆ”s allĆ” de que en tus imĆ”genes Ć©stas son tan sexuales y libres como tĆŗ las dejabas ser y por mucho que lo intentĆ© no vi su deseo, sino el tuyo. Lo cual estĆ” muy bien, pero yo te querĆa porque, llĆ”mame ingenua, sentĆa que habĆa algo entre nosotros, una comprensiĆ³n, una rebeldĆa, no sĆ©, algo que nos unĆa y que me hacĆa sentirme vista. Ahora me doy cuenta de que siempre fuiste tĆŗ. Supongo que estaba tan impresionada por la libertad que tus imĆ”genes significaban en aquella Ć©poca que no me di cuenta de lo poco que esa libertad era para cualquier persona que no fueras tĆŗ y que por mucho que las fotografĆas retraten a mujeres, es a ti a quien veo y ahora se me ha quedado todo un poco apolillado. Por alguna razĆ³n, la imagen que tenĆa en mi mente de tu obra era todo lo contrario, en ella, eran las mujeres las que normalmente estaban vestidas o desnudas, pero sosteniendo un espacio de poder frente a los hombres, reimaginĆ© tu obra como una inversiĆ³n de roles, no como las fabulaciones de un mirĆ³n. AsĆ que ahĆ lo tienes, sĆ³lo vemos lo que queremos ver.
Te pongo un ejemplo, Grace Jones mirĆ”ndonos desde debajo de un altĆsimo Dolf Lundgren, imaginemos por un momento que nunca hubiĆ©semos oĆdo hablar de ella, ni de Ć©l, ni de la pareja tan espectacular que hacĆan; ella fuerte y feroz, Ć©l muy joven y algo tĆmido. En realidad, no muchos Gen Zers lo han hecho, eso te lo puedo garantizar, doy clases de moda en la universidad y crĆ©eme, no conocen a ninguno de los dos, cuando llegan allĆ por primera vez ni siquiera te conocen a ti. Pero en fin, vamos a imaginar que les enseƱo esta foto en clase y les pido que me digan lo que ven. ĀæCrees que van a ver a una de las artistas mĆ”s poderosamente bellas, misteriosas y vanguardistas de los aƱos 70 y 80 frente a un imponente actor de pelĆculas de acciĆ³n? ĀæA la diosa de Jean Paul Goude?ĀæCrees que se darĆ”n cuenta de que tal vez estabas imaginando una faceta diferente de ella, vulnerable y menuda frente a su gigantesco novio sueco? No, van a ver a una mujer mirando a la cĆ”mara con expresiĆ³n asustada. Y dĆ©jame decirte, cuando vi esa foto por fin me enfadĆ© contigo. ĀæTe molestaba lo indomable que ella era y tuviste que ponerla en su sitio? SĆ© que probablemente no era el caso, pero eso es lo que dice esta foto, y esa fue la que tĆŗ elegiste. Con muchas de tus fotos, aunque ya no sean lo mĆo te puedo dar un pase, una mujer desnuda tragada por un cocodrilo, las chicas tirĆ”ndose del pelo en la playa, o la manguera dirigida a la espalda pintada de una mujer: son divertidas, son maestras en cuanto a narrativa y tĆ©cnica fotogrĆ”fica, incluso la chica a la que le acaban de cortar el flequillo y tiene los pechos y cara llenos de pelitos, es una foto poĆ©tica e Ćntima, pero Āæpor quĆ© hacer que las mujeres mĆ”s interesantes y fuertes parezcan cositas o muƱecas sexuales? PermitĆ que su trabajo se convirtiera en una de mis referencias, no sĆ³lo yo, una gran parte de las imĆ”genes de moda creada durante la dĆ©cada de los 2000 y 2010 se modelĆ³ en torno a tus ideas. Y ya sabemos lo que algunos pensaron que eso les daba libertad para hacer... Pero sobre todo, he fotografiado a tantas, he tomado tantas imĆ”genes de modelos siguiendo tus ideas, he hecho tantas muƱecas de mujer. Ahora me doy cuenta de que no jugabas en mi equipo, y ojalĆ” hubiera fotografiado mĆ”s siguiendo el ejemplo de Ellen von Unwerth.
AsĆ que sĆ, por mucho que me gustara nuestro tiempo juntos, no puedo dejarte en ese lugar especial que ocupabas. Por supuesto, tu trabajo tiene mucho mĆ©rito por mostrar al mundo lo misteriosa e hipnotizante que puede ser la energĆa femenina, lo sexy que es su deseo y lo poderosa que es la mujer como criatura.Ā Siempre te querrĆ© por haber liberado esa imagen en la mente de las mujeres. Como nadie lo habĆa hecho tan bien antes, siempre tendrĆ”s un lugar en mi corazĆ³n. Me siguen encantando la paleta de tu fotografĆa en color, y aunque mucho mĆ”s turbias en mi mente ahora que cuando me topĆ© con tu serie de maniquĆes por primera vez, sigo viĆ©ndolas con cariƱo. Pero Helmut, mi amor por ti es ya cosa del pasado. Si quieres podemos seguir siendo amigos.
Sin amor,
Patty
Paty, que bonita manera de escribir acerca de tu experiencia en esa exposiciĆ³n, aĆŗn no se si compartiste una noticia acerca de ello o fue tu experiencia Ćntima personal, pero aĆŗn asĆ, una mezcla bonita.